El San Bernardo es uno de los ejemplares más grandes y pesados del mundo canino, pudiendo llegar hasta los 90 kilos. De talla tampoco se queda corto, ya que los machos miden hasta la cruz entre 70 y 90 centímetros.
Tanta corpulencia llama la atención cuando demuestran su parsimonia y carácter pacífico, lo que ha hecho que se oriente cada vez más como perro de compañía en vez de protección, labranza o cualquier actividad en medios rurales.
Aunque por naturaleza es una raza sana y fuerte, mantenerlo con buena alimentación a base de pienso especializado para perros gigantes y una higiene minuciosa (debido a que su denso pelaje se ensucia con facilidad) no deja de ser un requisito necesario para que goce de una calidad de vida digna.
quiero unoooooo!
ResponderBorrarhola, chido
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